viernes, 15 de noviembre de 2013

Divulgando la Mediación

Hace unos días Concha, la profesora de Latín y yo (Cuca) coincidimos en la cafetería y ella me comentó que en el presente curso estaba impartiendo Ciudadanía, que ahora trataban el tema del acoso escolar, la convivencia, la mediación,... Me pidió alguna aportación porque creía que yo tengo más información sobre el tema. Rápidamente mi cabeza maquinó un plan, le dije que podríamos colaborar, que mis mediadores podrían ir al aula, siempre que las horas nos lo permitieran, (que coincidiera con horas complementarias mías y con horas en las que los chicos no tuvieran exámenes).
Como siempre, los mediadores y yo, nos reunimos el miércoles en el segundo recreo, y les comenté que iban a ir a las clases de 3º de ESO para contarles qué es la Mediación, cuándo utilizarla, cómo solicitarla, para qué sirve, cómo se hace; luego haríamos un "teatrillo" con una propuesta inventada por nosotros y así quedaría todo claro. 
Ayer jueves 14 hicimos las dos primeras intervenciones. Presenté a los mediadores, David Bellé y Adrián Camacho para la primera intervención y Josué Carbonell para la segunda. Ellos mismos explicaron qué era la Mediación, que ellos no son jueces, solo personas que favorecen el que se reanude un diálogo tras una situación de enfrentamiento o tensión. Como decía Adrián :"no es para que volváis a ser amigos, sino para tener una relación de hola y ya está". Es cierto, cuando nos enfadamos no queremos volver a saber nada de la persona que nos ha ofendido, pero solo con diálogo se puede solucionar un conflicto.
Después comenté por qué surgen los conflictos, les hablé del ciclo del dolor y la venganza y de cómo la mediación puede romperlo.
Por último hicimos un teatrillo que dejó más claro todavía lo que antes habíamos comentado.
Quiero felicitar a los mediadores que acompañé, sin duda ellos fueron los protagonistas y supieron estar a la altura. A pesar de que son de 2º de ESO no tuvieron problema alguno en entrar en la clase de un nivel superior y hablar y moverse con soltura. Cada uno aportó algo de sí mismo y eso contribuyó aun más a ver las posibilidades de los mediadores, David con su dulzura y serenidad, Adrián con su energía y vitalidad y Josué, que a pesar de hacerlo solo fue realmente fantástico, con su increíble facilidad de palabra y saber estar. 
Aun falta un grupo de tercero en el que intervenir y creo que añadiré a otro mediador que no ha intervenido aun y repetiré con alguno para que se sientan más cómodos.
Los alumnos de 3º se portaron bien, participaron y entendieron el mensaje, espero que el grupo que falta nos haga disfrutar tanto como los anteriores.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Tócala, métela


Hemos vuelto a trabajar con ciclos formativos y PCPI, la experiencia es cada vez mejor, más gratificante; tengo muchas ganas de ir a por la última.

Seguimos trabajando dinámicas de grupo, recordamos el tema del rango, la importancia de ser consciente del que tenemos y de saberlo utilizar bien y comenzamos una nueva dinámica, esta vez para hablar sobre los líderes, su importancia, su influencia, su necesidad,...
Les pedía que formaran 4 grupos, se colocaban uno en cada esquina del gimnasio para separarse y poder trabajar de forma más independiente. Comenté que íbamos a hacer un concurso de carteles publicitarios para promocionar un partido de fútbol entre profesores y alumnos, que el grupo que hiciera el mejor cartel se llevaría un premio que consistía en un bocadillo y una coca cola en la cafetería del instituto. 
Después les decía que iba a elegir un líder en cada grupo. Lo hice dejándome llevar por la intuición, (tengo mucha práctica y confío en ella). Señalé con el dedo a uno y lo invité a acompañarme, pasé por otro grupo e hice lo mismo; así hasta recorrer los cuatro. Expliqué que me llevaba a los líderes para explicarles mejor su trabajo y,mientras yo estaba fuera, el profesor o profesora que me acompañaba les repartía 3 folios en blanco, un lapicero, una goma, un rotulador y una caja de pinturas con 12 colores diferentes.
A cada líder le marqué una pauta diferente de actuación, a uno le pedí que su grupo buscara el color, que en un cartel lo importante es el colo; a otro le dije que todos debían participar, que el cartel debía ser de todos, no solo de uno o dos; al tercero le pedí una frase impactante, una de esas que se te meten en la cabeza y al último le advertí que su papel era el más difícil y le pedí que no hiciera nada, "quiero que digas que esto te parece una p... m... y que no te apetece hacer nada, que hagan lo que quieran". 
Volvimos al gimnasio y cada uno acudió a su grupo. Al principio les costaba un poco empezar, algunos, al principio se miraban un poco, intentaban ver qué hacían los otros, pero había un factor tiempo que corría a mi favor y dejaron de hacerlo muy rápidamente, de hecho solo dos grupos se dedicaron a ello, el resto estaban pendientes solo de sacar adelante su trabajo.
"Recordad que tenéis 15 minutos", les grité al principio para animarles a que empezaran, les iba recordando el tiempo con cierta regularidad, "quedan 5 minutos", "vamos acabando, solo quedan 2 minutos".

Aunque al principio les costaba arrancar, luego se animaban y participaban todos, en algunos casos eran una auténtica piña, todos a una.
Al terminar formábamos un círculo y comentábamos lo vivido. Enseñaba el dibujo de un grupo y preguntaba al líder qué había pedido y qué había hecho el grupo. Pasó de todo, hubo líderes buenos, malos y regulares; grupos más participativos y otros muy pasivos, pero de cada experiencia se pudo sacar un aprendizaje, y eso es lo que se buscaba.
Laura: "Les dije que había que poner color, mucho color y ha salido bien".
Cuca: "Es cierto, y he visto que todos participabais y aportabais ideas". "¿Os habéis sentido a gusto cuando ella marcaba las pautas de lo que había que hacer?".
Afirmaban con la cabeza, "eso es bueno, Laura ha sido una buena líder que ha conseguido animaros a todos y que aportarais ideas, muy bien".
Cuca: "¿Qué ha pasado en vuestro grupo?"
Mónica: "Pues que él nos ha dicho cómo teníamos que hacer el cartel pero se ha parado y yo he dicho que tenía una idea y que empezásemos".
Cuca: "¿Te has molestado?" dirigiéndome a Juan que era el líder de ese grupo.
Juan: "No, me ha parecido bien, ella tenía más ideas que yo".
Cuca: "Eso es ser un buen líder, has reconocido su capacidad y su rango y has cedido el puesto de líder, eso es muy bueno. Si por orgullo le hubieras dicho que se callara, que tú eras el líder y que tú mandabas el resultado hubiera sido peor, pero has sido capaz de reconocer sus valores, aceptarlos y cederle el liderazgo, muy bien".
En otro grupo el líder dijo lo que había que hacer y también se paró ahí, pero esta vez hubo una persona que asumió el liderazgo y vino a pedirme ayuda. Eso es bueno, me estaba transmitiendo claramente "quiero hacerlo pero no sé cómo, ayúdame". Es muy importante pedir ayuda, es cierto que le aporté poco, pero el juego consistía en eso, en que ellos aprendieran de su experiencia y me pareció importante que aprendieran a organizarse y a solucionar problemas. Salieron bien las cosas y el grupo colaboró y aportó.
Cuca: "¿Y vosotros?".
Luis: "Bien".
Cuca: "¿Bien?, he visto que habéis utilizado todas las hojas, ¿teníais muchas ideas?".
Ana: "No, yo he hecho un dibujo y luego no ha valido".
Cuca: "¿Y eso?". Luis se ríe, se encoge de hombros, creo que quiere eludir la respuesta pero sigo mirándole para que tenga claro que no voy a quedarme sin ella. "¿Qué ha pasado Luis?".
Luis: "Pues eso, que les he dicho que hicieran algo, y luego he pensado cómo y les he dicho cómo".
Cuca: "¿Y lo que ha hecho Ana?".
Ana: "No le ha gustado y ha dicho que Adrián lo hiciera".
Les expliqué que eso no era de buen líder, no puedes dejar que el grupo haga algo y luego decir que eso no vale y que lo quieres de otra forma porque quien ya ha trabajado se frustra. Volvemos a recordar que el mal uso del rango genera dolor y rabia y con ello deseos de venganza. 
Cuca: "Si no me dan pautas, yo trabajo y luego me dicen eso no vale, lo quiero así, me dolerá y la próxima vez que me pidan hacer algo no me apetecerá, pensaré, para que luego diga que no vale, no hago nada. Un líder ha de dejar las cosas claras o su grupo no le seguirá". 
Me aseguro de que lo entienden, es importante.
Sonrío con cierta malicia cuando le pregunto al grupo de Carlos qué pasó con ellos, le pedí que se inhibiera y, normalmente, otro asume el liderazgo, pero en su grupo nada de nada. Se inhibió hasta el punto de tirarse en el suelo y hablar con el resto de compañeros. Los que estaban con él se disculpaban diciendo que él no les había dicho nada. No es frecuente que en un grupo nadie asuma el rol del líder, pero estaba claro que en ese grupo nadie se sintió con las ganas, las ideas o el rango suficiente, eso perjudica mucho a un grupo porque el resultado es que no hay resultado.

Conclusión: ¿Qué cualidades ha de tener un líder?
  • las ideas claras, muy claras.
  • saber escuchar y recoger lo que aporta el grupo.
  • tener rango.

Estas son las tres cualidades que debe tener un buen líder según la conclusión de los grupos. Si un líder no tiene claro qué hay que hacer y cómo, no puede transmitir un buen mensaje a su grupo. Si no escucha y recoge las ideas que pueden aportar personas que tienen menos rango y por ello no suelen imponerse, perderemos, muchas veces son ellos quienes tienen las mejores ocurrencias. Si un líder no tiene rango el grupo no le seguirá.

Por último quiero hacer un homenaje al grupo más creativo, debían elegir una frase impactante, algo que te hiciera mirar el cartel y el resultado (a pesar de las faltas de ortografía) fue, sin duda alguna, el mejor.